El desnudo en el mundo clásico es un icono de proporciones ideales en la representación escultórica de dioses, héroes, atletas, heroínas y diosas, que es retomado en la Edad Moderna.
A pesar de que los dioses se representan desnudos en las ilustraciones de Biffi de la Mascarada en Lodi, parece bastante improbable que el cuerpo desnudo hubiese sido protagonista en la representación. El decoro y las propias inclemencias del tiempo podrían ser suficientes para avalar esta hipótesis.
Pero podemos plantear otra tesis basándonos en el estudio de Aby Warburg sobre los intermedios deLa Pelegrina (1589), donde se precisa que la dificultad de realizar las chaquetillas de las sirenas con plumas de verdad se suplió comprando tela para pintarlas e imitarlas.
En consecuencia nos aventuramos a pensar que estos dioses representados por caballeros iban vestidos con prendas ajustadas al cuerpo que simulaban, bajo el trampantojo del pincel, robustos y esbeltos cuerpos propios de deidades.
Por último, no debemos obviar que los dibujos podrían no ser certeros a la hora de exponer cómo fueron los vestidos en realidad, y suponer que el atuendo más usado fuera una libre interpretación entre el traje cortesano y los atributos de los dioses.